Desde el interior del despacho del Presidente de la Diputación pueden contemplarse los detalles decorativos finamente tallados en la piedra de esta magnífica ventana plateresca.

Desde esta ventana se tenía una vista privilegiada sobre la plaza de San Pablo y se asistía a las ceremonias civiles que allí se celebraban.

La finura de la talla ha permitido relacionar esta ventana con el círculo del escultor Diego de Siloé.