La soledad no es buena compañera en ninguna etapa de nuestra vida y menos a partir de la edad adulta. De hecho, la Organización Mundial de la Salud considera que la soledad es un factor de deterioro en edades avanzadas. El aumento de los hogares unipersonales es consecuencia de las mejoras en las condiciones de salud, de la independencia económica y de los servicios de atención personal que permiten que la persona permanezca más tiempo en su entorno, pero esta situación no puede suponer una mayor vulnerabilidad y aislamiento social a lo largo de todo el año y especialmente en días significados como la Navidad. Las estadísticas nos indican, sin embargo, que en la actualidad la soledad representa un problema personal para alrededor de la décima parte de las personas mayores.
Por estas razones desde el "proyecto conVIVE", se llevan a cabo diferentes acciones dirigidas a reflexionar sobre este fenómeno y apoyar distintas iniciativas comunitarias que traten de mitigar los efectos negativos de una soledad no deseada.
Los objetivos que se pretenden son:
- Facilitar que las personas mayores de la provincia reflexionen sobre el fenómeno de la soledad en la vejez.
- Promover actitudes y comportamientos de empatía y aceptación hacia los sentimientos de soledad.
- Dar a conocer estrategias y recursos personales, sociales y comunitarios para mitigar la soledad no deseada.
- Valorar y apoyar las iniciativas informales y espontáneas de apoyo psicosocial a personas que viven solas.